lunes, 1 de octubre de 2012

La Tabla Esmeralda, de Carla Montero.


 A petición de su novio, Konrad, un riquísimo y poderosísimo empresario alemán, Ana va tras la pista de El Astrólogo, un cuadro de Giorgione del s. XV. En su investigación descubre el pasado del París ocupado por los nazis y la saga familiar de los Bauer, encargados de velar el secreto que oculta esa obra a lo largo de los siglos.  Dos historias de amor separadas en el tiempo pero unidas por el misterio de un cuadro desaparecido. Un peligroso juego de amenazas e intereses ocultos que cambiará la vida de los protagonistas para siempre.
Acabo de cerrar este, tanto fantástico como pesado – dos kilos más o menos–, libro. Tengo una sonrisa de oreja a oreja y estoy llena de la emoción. Simplemente: Me ha encantado! Te atrapa desde la primera página, y lo más difícil: mantiene el ritmo hasta la última, ha superado mis expectativas.

He leído otros libros como este, historias de aventuras, intriga y objetos misteriosos, como El ocho, La llave de Sarah, o últimamente Dime quién soy de Julia Navarro. Si os habéis leído el de Julia, este os encantará. Es un libro largo, pero desde el principio al fin, no pierde ni por un solo instante la coherencia, el equilibrio, la causa y el efecto.

 La historia comienza en la Florencia 1492 en donde un joven pintor se ve envuelto en una trama que se ha desarrollado a lo largo de muchos siglos. Aquí encontramos a Lorenzo de Médicis, El Magnífico, mecenas de Florencia, en su Villa Careggi, y al maestro Bellini, a cuyas órdenes trabajaban, entre otros, Botticelli o Michel Ángelo. Hasta allí es enviado el joven Giorgione para entregarle al mecenas un pergamino que contiene algo muy valioso. Cuatro siglos después, en agosto de 1941, Hitler tiene sobre su mesa un archivo que contiene una carta fechada en Florencia el 15 de noviembre de 1942.
Todo el libro girará en torno a la búsqueda de un cuadro llamado “El astrólogo” de Giorgione, pintor renacentista rodeado de un cierto misterio pero debo decir que el cuadro nunca existió, eso forma parte de la ficción de la novela, pero como dijo su autora, era un pintor que por estar rodeado de ese misterio casaba muy bien con el misticismo y esoterismo que tanto gustaba a los Nazis y en especial a Hitler quienes tienen un papel muy importante en esta historia, al parecer el cuadro esconde un secreto que podría cambiar el mundo y del que todos quieren apropiarse.

La novela se divide en dos partes, la que se centra en la ocupación alemana y la que se desarrolla en la actualidad:

París, 1942. Una joven judía, Sarah Bauer (una joven judía a la que le toca madurar muy rápido) se esconde con su familia en la capital francesa después de huir de los nazis que se han llevado a su padre. Es una joven muy frágil al comienzo pero que va ganando con el tiempo confianza lo que le permite entrar en la resistencia francesa y actuar en alguna que otra operación. En Paris intentará pasar desapercibida trabajando en una librería y saliendo de vez en cuando con Jacob, un joven judío que trabajaba en las caballerizas de su familia y que la protege desde el primer momento. A pesar de lo bien que se porta con ella no puede traspasar el límite de la amistad, y nunca lo ha mirado con amor. También está Marion una joven francesa muy suelta que también ayuda a la resistencia de un modo particular. No podemos olvidarnos de la abuela de la joven, todo un personaje acartonado y caduco pero con el poder de hacer mucho daño.
La de vida de Sarah en Paris no es fácil, los alemanes están por todas partes y cuando se llevan a la única familia que aún le quedaba su terror aumenta más.  Sobre todo cuando descubre que la están buscando por culpa de un cuadro que es propiedad de su familia desde hace años y que su padre le mandó guardar antes de que se lo llevaran. Esta parte historia está muy bien planteada. Tiene un gran ritmo narrativo y las dosis justas de acción, emoción y de pasiones encontradas.
Conoceremos la obsesión de los nazis por las reliquias de poder, el expolio de las obras de arte de los judíos, la opresión en la Francia ocupada, la actuación de la Resistencia, y las encrucijadas morales de unos personajes entre los que destaca el oficial Georg. El personaje de Georg es de los más atractivos de la novela por su complejidad psicológica, un hombre valiente que no deja de cuestionar lo que sucede a su alrededor y de cuestionarse a sí mismo.



Madrid, en la actualidad. Hasta que El Astrólogo (la obra de arte en cuestión) se cruzó en su camino, Ana, una joven historiadora del arte del Museo del Prado, llevaba una vida tranquila junto a Konrad, un rico empresario y coleccionista de arte alemán. Pero una carta escrita durante la Segunda Guerra Mundial los pone sobre la pista del misterioso cuadro atribuido a Giorgione, el enigmático pintor del Renacimiento. Alentado por el enorme valor de El Astrólogo, Konrad convence a Ana para embarcarse en su búsqueda. La joven, consciente de todas las dificultades que se le presentan, pedirá ayuda al doctor Alain Arnoux de la Universidad de la Sorbona, especialista en localizar obras de arte expoliadas por los nazis. Ambos comienzan la labor de investigación que, según la documentación que irán encontrando les hará realizar una serie de viajes, buscando pistas que les acerquen al cuadro de Giorgione. Ana se encontrará con más personajes en su historia. Teo, un gay que vive en pareja con Toni, y que son vecinos de la protagonista. Este le da un punto de humor a la trama con sus comentarios que nos hacen sonreír cada vez que entra en escena. Camille, poseedora de una galería de arte y que gustaba relacionarse con la alta sociedad; la familia del doctor Arnoux , la  viuda Debousse y una organización, de la que poco se conoce: PosenGeist.

 Ana, es una mujer resuelta, su actitud está siempre justificada y carga perfectamente con el peso de la historia. Es fácil identificarse con ella, sin grandes rasgos de personalidad. . Lo que ella jamás se imaginó es que su vida fuera a dar un giro totalmente inesperado, encontrándose a sí misma y afrontando situaciones que antes era incapaz. En esta parte  la figura mas interesante es la del profesor Alain, cuya historia pasada es la mas interesante de todas.

Hay un cierto paralelismo entre la investigadora Ana García y Sarah Bauer. Son dos mujeres indecisas que necesitan de alguien que les proteja pues no saben actuar por ellas mismas. Pero a lo largo de la novela vemos cómo su personalidad cambia, madura. El trabajo que va realizando y los acontecimientos que se suceden influyen en su personalidad. Las investigaciones le confirman que algo importante hay realmente detrás del cuadro y se da cuenta de que debe de seguir hasta el final. Ya no es aquella mujer indecisa. Quiere hacerle ver a Konrad que sabe valerse por sí misma pese a los obstáculos que se encontrará en el camino. El doctor Arnoux que también encierra su misterio. Se ofrece a trabajar con Ana en la búsqueda del cuadro pero por otros motivos distintos. Ana duda de su lealtad. Pero Alain le relata su historia. Konrad Köller, es un acaudalado empresario, coleccionista de obras de arte. Todo lo que le guste tiene que conseguirlo a cualquier precio. Su poder económico le hace sentirse superior ante los demás. Es un personaje al que por su forma de ser y actuar se llega a sentir aversión.

 Lo que nos vamos a encontrar no es una fresca y ágil narración llena de recovecos y calles sin salida. Lo que tenemos al comienzo  es toda una serie de siglas, instituciones, fundaciones y más siglas que solo nos indican que los documentos de la II Guerra Mundial están repartidos por media Europa. Las historias dejan de ser independientes para ser absolutamente complementarias, convirtiéndolo en un engranaje perfecto donde todas las piezas por pequeñas e insignificantes que parezcan, hacen que todo tenga sentido y funcione a las mil maravillas.

Sin embargo, la forma de narrar de la autora es fluida, con una amplia documentación en sus páginas, algo que se agradece pues cuando lees una historia ambientada en épocas importantes es interesante que te den detalles que puedas desconocer y puedas sumergirte en la época..
La acción que se desarrolla en el París es la más brillante y la que hace disfrutar de una lectura de verdadera calidad, con una historia bien planteada, con personajes interesantes y con una ambientación y documentación muy bien trabajadas. La parte que se desarrolla en la actualidad, sin embargo, es la más light y menos interesante.

Amor, odio, venganza, amenazas, intereses ocultos y giros inesperados son ingredientes que hacen de La tabla esmeralda una novela recomendable para su lectura. Una historia, sin duda, adictiva que consigue atraparnos hasta el final, un final vertiginoso que no desmerece las páginas anteriores.

¿Existirá El Astrólogo?
¿Lo encontrarán?


La autora:

Carla Montero (Madrid, 1973) es licenciada en Derecho y Diplomada en Administración de Empresas. Su gran afición siempre ha sido escribir. Su primera novela publicada fue Una Dama en juego, con la que ganó el premio Círculo de Lectores de Novela 2009.  Esta novela comienza en las navidades de 1913, cuando Isabel de Alsasúa es acogida por su tía en el castillo de Brunstriech. Se encuentra en medio de una intriga política tras la que se esconde una secta que quiere sembrar la destrucción. De esta novela ha vendido más de 40.000 ejemplares hasta la fecha. La tabla esmeralda es su segunda novela.
 
Bueno, leerla y a ver que opinais

martes, 25 de septiembre de 2012

Maldito Karma, alcanzar el Nirvana a base de carcajadas



                                            
La presentadora de televisión Kim Lange lo tiene todo: un marido guapo y atento, Alex, una hija encantadora, Lilly, una casa, trabaja en lo que le gusta... una vida perfecta. Pero un buen día todo se acaba y muere aplastada por el lavabo de una estación espacial rusa.

Al morir, Kim se encuentra con Buda en un "más allá" un tanto particular, y es entonces cuando Kim se da cuenta del mal karma que ha acumulado a lo largo de su vida.... ha engañado a su marido, ha descuidado a su hija y ha amargado a cuantos la rodean. Pronto descubre cuál es su castigo: está en un agujero, tiene dos antenas y seis patas... ¡es una hormiga! Kim no tiene ganas de ir arrastrando migas de pastel tras haber eludido los hidratos de carbono toda su vida. Además, no puede permitir que su marido se consuele con otra. Sólo le queda una salida: acumular buen karma para ascender por la escala de la reencarnación y volver a ser humana.
                                           
En su vida como hormiga, “casualmente” vive en el jardín de su casa, y puede ver cómo su mejor amiga pretende ocupar su lugar como madre de su hija y esposa de su marido. Esto no lo puede soportar. Unos celos terribles la embargan -aunque no lo quiera reconocer-  y decide escalar posiciones en sucesivas reencarnaciones para poder interferir en estas relaciones, ya que como hormiga poco tiene que hacer. Quizá un mamífero estuviera bien. Sin embargo el camino para dejar de ser un insecto y convertirse en un ser bípedo es duro y está plagado de contratiempos.

Siempre he creído que los libros muchas veces nos parecen buenos o malos dependiendo del momento en el que los leemos. Y yo creo que este lo leí justo en el momento en el que lo necesitaba leer. Es casi una fábula para adultos adaptada a nuestra vida corriente con connotaciones de libro de autoayuda. Está plagado de frases cortas que te invitan a reflexionar, de la misma manera que lo hace la protagonista, sobre el aquí y ahora, tu futuro, adonde quieres ir a parar, prioridades en la vida y demás. El mensaje es claro: "no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". 

Antes que una novela de humor, me ha parecido una maravillosa historia de amor. Una novela romántica diferente, enfocada desde un punto de vista jocoso, o absurdo, pero de amor al fin y al cabo. Es como si el autor hubiera querido disimular una novela romántica bajo el aspecto de una historia cómica, que tiene mejor prensa. O quizá que la propia protagonista quisiera camuflar su amor, fundamentando sus acciones con otros motivos con los que ella, más o menos, se justifica.

Kim es un personaje sarcástico, egoísta, superficial, orgulloso, que no le importa pisar a los demás para conseguir lo que quiere. Al principio puede caer incluso mal pero a medida que va reencarnándose sufre un cambio en su forma de ver la vida. No creo que Kim sea una persona ni muy mala ni muy buena. Simplemente veo que es una persona normal, como cualquiera de nosotros, que se ha equivocado en muchos asuntos de su vida y a la que se le ofrece la oportunidad de enmendar sus errores. Por eso creo que no somos tan diferentes de ella, pues todos nos equivocamos, pero también aprendemos de nuestros errores. Por eso Kim me parece me parece un personaje simpático, que a lo largo del libro demuestra que la gente puede cambiar si se lo propone. Solo hacen falta ganas y fuerza de voluntad.

La historia está narrada por Kim, un lenguaje vulgar a veces, con la cual cosa se nos hace mucho más evidente la evolución que sufre a lo largo del libro. Como curiosidad, debajo en algunas páginas, podremos leer las "Memorias de Casanova", donde veremos su curioso punto de vista. Y es que este personaje, quien se ha reencarnado en hormiga, vida tras vida desde 1798 (no ha aprendido nada y sigue en sus trece), será quien ayude a la protagonista a acumular buen karma para ir subiendo de categoría en las reencarnaciones. La risa está asegurada con este su personaje y sólo por ello ya merece la pena leer ‘Maldito Karma’.

       La narración es original, ligera, fresca y altamente adictiva, te aseguro que puedes pasar un muy buen rato leyéndola. Hay que destacar es la capacidad del autor para describir como podría ser la vida de una hormiga, así como el ambiente de un hormiguero, lo que pueden llegar a sufrir los animales en los laboratorios o incluso la forma en la que nos perciben nuestras mascotas de compañía. 



David Safier nació en Bremen en 1966,  estudió periodismo y se formó profesionalmente en la radio y la televisión, se dio a conocer como guionista de series de televisión de éxito como Mein Leben und Ich ("Mi vida y yo") Nikola y la comedia de situación titulada Berlin, Berlin. Ha sido galardonado con el Premio Grimme y el Premio TV en Alemania, y con un Emmy en Estados Unidos. Vive y trabaja en Bremen. El caso es que se ha pasado al lado oscuro de la literatura, y en cualquier caso, no lo podría haber hecho con mejor pie, con títulos como Maldito Karma (2009) Jesús me quiere (2010) ,Yo, mi, me... contigo (2011), y el último, Una familia feliz (2012)




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domingo, 23 de septiembre de 2012

84, Charing Cross Road, de Helene Hanff. O El Amor a los libros.



84, Charing Cross Road, de Helene Hanff. O El Amor a los libros.




Hace ya varios años, en una tarde de  aburrimiento, comencé a buscar un nuevo libro que leer. Buscar libros es sin duda es uno de los pequeños placeres de este mundo, aunque desgraciadamente, cada vez somos menos los que sabemos reconocer en ello un placer. Por casualidad me topé con este pequeño tesoro de la literatura, una delicia de apenas ciento veintiocho páginas, 84, Charing Cross Road, de Helene Hanff.
Cuando empecé a leerlo, me resultó tan ameno que cuando acordé iba por la mitad, y como es de  esos libros que mientras lees desearías que no acabaran nunca,  decidí espaciar mis lecturas (haciendo un gran esfuerzo), pues es realmente maravilloso y quería saborearlo lentamente, quería dejarme  llevar por el encanto de lo que ya, prácticamente, ha desaparecido: la correspondencia escrita de puño y letra.
Algunos libros pueden leerse y releerse y cada vez que los retomamos es como la primera vez. Con este libro en concreto pasa eso. Libros como este, que hablan sobre el amor a la literatura, deberían ser de lectura obligada en institutos, con la idea de formar nuevos y buenos lectores. Es realmente una pequeña joya: divertida, tierna, conmovedora, con un punto de humor, y logra transmitir ese amor a los libros que siente la protagonista.
Este preciosidad es un canto a la amistad y al amor por los libros, una reivindicación del trabajo del librero, una visión de las penurias económicas de la Inglaterra de la posguerra y del poder emergente de Estados Unidos, vamos, un retrato de la época. Resulta increíble como el amor por los libros puede establecer lazos que ni el tiempo ni la distancia puede borrar.
En las primeras cartas solo se percibe una relación comercial librero-cliente, pero poco a poco, gracias a la ironía y humor de Helene, el ultracorrecto librero Frank va encariñándose con ella, carta tras carta. También encontramos cartas de algunos amigos de Helene, de la mujer de Frank, Nora, y de otros empleados de la librería Marks&Co  que le cogen mucho cariño gracias a los regalos que Helene les hace, alimentos y otros útiles, muy de agradecer debido a la pobreza que sufría Inglaterra en aquellos tiempos.
84, Charing Cross Road es un regalo para cualquiera que ame los libros pero también para quien tenga la curiosidad de asomarse a la vida de Helene Hanff, una persona realmente divertida y especial. La única pena de abrir este pequeño y delicioso hatillo de correspondencia es que se termina de leer demasiado rápido y la desaparición de algunos personajes deja un vacío.
Helene es una escritora autodidacta que sobrevive en Nueva York pendiente de que le acepten sus obras de teatro, artículos, cuentos, guiones para la televisión y ensayos. Un otoño de 1949, ávida por los clásicos y cansada de la poca oferta de las librerías de segunda mano de su ciudad, se arriesga a escribir una pequeña misiva a Marks & Co., Libreros, 84 Charing Cross Road, Londres y les solicita una pequeña lista de ensayos que desea conseguir, si no son demasiado caros. Frank Doel, uno de los empleados de la librería inglesa contesta su carta y le remite las obras solicitadas, iniciando así, sin sospecharlo, una deliciosa correspondencia que durará hasta finales de los años 60. Este libro es en realidad una recopilación de cartas que se escribieron la propia Helene y Frank, uno de los trabajadores de Marks & Co., una librería londinense que precisamente estaba ubicada en la calle que le da el título a la novela. Helene le mostró estas cartas a un amigo, allá por 1969, y éste pensó que sería buena idea darles formato de libro y publicarlas, como así se hizo finalmente.

El libro tuvo un éxito inmediato, consiguiendo un reconocimiento que le había sido negado durante toda su producción literaria. Miles de lectores le escribirían para felicitarla, considerándola una amiga (unidos por ese íntimo amor a los libros). Resulta un poco irónico que Helene, que comenzó escribiendo obras de teatro que nadie quería escribir, hasta que consiguió subsistir escribiendo guiones para televisión, viera como el libro que más éxito le procuró resultara ser una colección de cartas privadas que acabaría en obra de teatro.

El libro se convertiría en una serie de televisión para la BBC en 1975. En 1981 el texto es adaptado por James Roose-Evans y triunfa en el Ambassadors Theatre de Londres. En 1982 hace lo propio en el Nederlander Theatre de Broadway de Nueva York. En 1987 se adapta cinematográficamente con el título de "La carta final", con Anthony Hopkins como Frank Doel  y Anne Bancroft como Helene Hanff, película de la que se dice que es la más bella sobre libros jamás filmada.

Argumento y personajes

El libro comienza cuando Helene, una desconocida escritora que vive en Estados Unidos y que ha leído un artículo sobre la librería inglesa Marks & Co., especializada en libros agotados, les escribe una carta en la que les solicita que le envíen varios ejemplares. Frank Doel, contesta a esta carta y a partir de este momento se inicia entre ellos una correspondencia que durará desde 1949 hasta 1969. Lo  que empieza como una relación puramente profesional entre librero y clienta va dando paso a una muy buena relación de amistad.

A través de las cartas conocemos la situación de la Inglaterra de la postguerra, una Inglaterra donde hay escasez de ciertos productos, (están en vigor las cartillas de racionamiento),  también conoceremos cosas sobre la vida de Helene, a la que no es que le vaya muy bien laboralmente hablando. Ambos personajes representan los arquetipos de su país, Helen representa el humor y la forma de ser estadounidenses, y Frank personaliza el estoicismo británico. Poco a poco iremos viendo cómo se introducen en la trama más personajes y paulatinamente conoceremos a casi todo el personal que trabaja en la librería, e incluso en algunos casos hasta a sus familiares y amigos.

A cerca del autor
Helene Hanff nació en Filadelfia, Pennsylvania, el 15 de abril de 1916 y falleció en New York, el 9 de abril de 1997. Su niñez estuvo marcada por la depresión económica que durante los 20s afectó a todo el país, y por las obras teatrales que su padre le llevaba a ver cada semana. Aunque Hanff únicamente pudo costearse un año de universidad, siempre fue una lectora apasionada, de este pasatiempo nació su afición por la escritura. A finales de los 30s Hanff decidió probar suerte en Nueva York, donde se inició como escritora de obras de teatro. En los años 40s Hanff ya había escrito más de 20 obras, pero lamentablemente ninguna fue llevada al escenario.

Y fue hacia los 40s cuando la escritora comenzó a encargar libros de una tienda londinense llamada Marks & Co. sin saber que el intercambio de misivas con uno de sus empleados la llevaría a escribir su novela más célebre: 84, Charing Cross Road. Su carrera, la llevó de escribir obras que no se llegaron a estrenar a ayudar a crear algunos de los primeros dramas televisivos del mundo del teatro de Nueva York de los años cuarenta y cincuenta. Helene escribió y editó guiones de una gran variedad de dramas televisivos tempraneros, producidos fuera de Nueva York. Cuando la producción televisiva se movió a California, su trabajo decayó poco a poco, y acabó trabajando para revistas, y finalmente en los libros que forjaron su reputación.

El edificio de apartamentos donde vivió, el 305 E. de la calle 72 ha sido llamado "Charing Cross House" en su honor. Una placa de bronce junto a la puerta principal conmemora su residencia y la autoría del libro.

En 1971, Helene Hanff pudo cumplir su sueño de viajar por fin a Inglaterra, la norteamericana se dio de bruces con la cruda realidad: Frank Doel había muerto y Marks & Co. había cerrado sus puertas.

Si tenéis la oportunidad de visitar Londres, no dejéis de visitar el lugar. La librería ya no está (ahora hay un restaurante), pero hay una placa en la pared donde se nombra todo: a Helene Hanff, Marks & Co., el libro... Es interesante. Y de paso conoces también esta calle, que es muy pintoresca 

 

Otras obras de la autora:

·         Cartas desde Nueva York
·         Butch Elects a Mayor
·         The Movers and Shakers: The Young Activists of the Sixties
·         El terrible Thomas
·         Reina de Inglaterra: La historia de Elizabeth I
·         The Signing of the Constitution
·         John F. Kennedy: Young Man of Destiny
·         The Helene Hanff Omnibus
·         Good Neighbors: The Peace Corps in Latin America

Lo mejor
  • Una historia real, historia de amistad que surge a través de las cartas que se cruzan dos personas que no se conocen de nada.
  • Resulta interesantes las continuas menciones que se hacen de ciertos libros y sus características.
  • El amor por los libros que se respira en la novela.
Lo peor
  • Preferible leerlo en inglés. Se pierde al traducirlo.
  • Se hace cortísimo y la verdad es que te quedé con ganas de más.
Relaciones a distancia y amor por los libros
En una época en la que es tan fácil relacionarse vía mail, chat…. con gente a la que no conocemos de nada, esta historia resulta curiosa, debido a la época en la que las cartas se escribieron. Las cartas muestran el grado de confianza y amistad Helen y Frank alcanzan a través de su correspondencia, y cómo Helen, sorprendida al conocer la situación que se vive en Inglaterra en esa época, y  a pesar de no tener una muy buena economía en ese momento, envía a la librería paquetes con alimentos y productos que sus amigos ingleses tienen difícil conseguir en  época de postguerra. Así que lo que comienza siendo, una simple correspondencia entre librero y clienta, pasa poco a poco a ser una relación mucho más amistosa. De hecho, Helene incluso se plantea organizar una visita a Inglaterra para conocer no sólo a Frank sino también a su familia, así como al resto de compañeros que trabajan con él en la librería.

Una de los temas que más me gusta de esta obra es el amor por los libros que se desprende de la correspondencia entre los protagonistas. En sus cartas, la autora nos va descubriendo sus gustos literarios así como sus manías y sus costumbres a la hora de enfrentarse a los libros y disfrutar de ellos. Así, por ejemplo, reconoce que “me encantan esos libros de segunda mano que se abren por aquélla página que su anterior propietario leía más a menudo”.

Yo misma tengo en casa libros que han pasado por tantas manos que están los pobres completamente deshechos, pero por nada del mundo los cambiaría por ejemplares nuevos porque su estado demuestra el elevado número de personas a las que han hecho disfrutar de sus historias tanto como a mí. Espero que jamás desaparezcan las bibliotecas públicas ni los mercadillos y librerías de venta de libros de segunda mano para que todos los amantes de la lectura podamos seguir compartiendo experiencias y disfrutando con ellos.

¿Quién no ha acariciado un libro usado y como por arte de magia se ha abierto por la página favorita de su anterior propietario, aquella que ha sido leída más a menudo y que, en no pocas ocasiones, contiene esas anotaciones manuscritas con letras que tanto cuesta entender? Este y muchos otros detalles hacen de la obra todo un homenaje a esos libros y libreros de toda la vida que, por mucho que avance la edición digital, espero que jamás desaparezcan.

Cuando me regalaron mi libro electrónico yo también temía perder la sana costumbre de patearme las librerías en busca de libros, pero de momento no ha pasado y espero que nunca pase. El lector electrónico está muy bien, y me me encanta, pero jamás sustituirá, al menos para mi, al libro en papel. No entiendo por qué hay gente que cree que son incompatibles...

Por otro lado, me parece un sacrilegio, cuando en algún que otro pasaje del libro, cuando Helene considera que un libro es malo, no tiene ningún reparo en utilizar sus hojas para envolver cosas o directamente tirarlo a la basura... En mi caso,  nunca jamás en la vida sería capaz de tirar un libro a la basura, ni de utilizar sus hojas para envolver nada. Es que me pongo enferma sólo de pensarlo.

        
Un libro maravilloso. Leerlo y a ver que me contáis.